- ¿Qué es la vocación?
Es una llamada de Dios para realizar una tarea que abarca la vida entera. Todos estamos llamados a algo grande a los ojos de Dios, por eso la vocación es ese llamado particular al sueño de felicidad que Dios nos regala a cada uno de nosotros.
Todos somos llamados, somos llamados a la santidad. El desafío es descubrir cuál es el camino para llegar a ella y que se abre para cada uno de los que queremos ser fieles a los planes de Dios ya que Él no nos abandona nunca. Este llamado es personal: Dios nos llama por nuestro nombre, a recorrer el camino irrepetible al que Él nos invita.
Todos somos llamados, somos llamados a la santidad. El desafío es descubrir cuál es el camino para llegar a ella y que se abre para cada uno de los que queremos ser fieles a los planes de Dios ya que Él no nos abandona nunca. Este llamado es personal: Dios nos llama por nuestro nombre, a recorrer el camino irrepetible al que Él nos invita.
- ¿Qué hacer si descubro que soy llamado?
Primero, darle gracias a Dios por mostrarse tan cercano. Luego, este llamado debes compartirlo con algún acompañante o director espiritual, de preferencia un sacerdote, con quien puedes profundizar las motivaciones por las cuales crees que el Señor te llama a la vida sacerdotal o a alguna otra vocación especifica. Es siempre bueno confrontar con otra persona lo que nos pasa en la mente y el corazón, y con mayor razón con alguien que ha vivido antes lo que tú estás descubriendo ahora y que está a tu servicio, como lo es un sacerdote.
Paralelamente, sigue preguntándole al Señor cuál es su voluntad y encomiéndate al Espíritu Santo para que te ayude en tu definición.- ¿Qué es un sacerdote diocesano?
Tú encuentras a estos sacerdotes en las parroquias, en los colegios y otros organismos eclesiales, como las vicarías ambientales (Pastoral Social, Universitaria, de los Enfermos, etc.).
- ¿En qué consiste el proceso de formación sacerdotal?
En conclusión, podemos decir que la formación sacerdotal se define por cuatro dimensiones: Intelectual, humano-comunitario, pastoral y espiritual. Estas dimensiones van entrelazadas entre si, la espiritual es el corazón del cuerpo que nos lleva a entregarnos en la pastoral, a vivir comunitariamente como hombres llamados a la misma misión y nos ilumina para poder conocer al hombre y comprender a Dios en lo intelectual.
- ¿Quiénes pueden postular al seminario?
Todos aquellos jóvenes que han discernido junto a su director espiritual el llamado que Dios les hace, especialmente jóvenes que tienen un amor especial por la Iglesia y por el trabajo pastoral y que sienten un anhelo muy grande de querer consagrar su vida a Dios. Aquellos jóvenes que aman la Eucaristía, que tienen gusto por la oración y el trabajo pastoral generalmente son invitados por Dios a seguirlo con mayor radicalidad.
La Iglesia pide las aptitudes mínimas - psicológicas, físicas e intelectuales - de un joven normal que permitan formarse para el sacerdocio. Estas son evaluadas en un proceso serio y sereno.
La Iglesia pide las aptitudes mínimas - psicológicas, físicas e intelectuales - de un joven normal que permitan formarse para el sacerdocio. Estas son evaluadas en un proceso serio y sereno.