Hice esto en memoria de mí mismo.
Desde sus comienzos, la Iglesia de Cristo, su esposo, ha continuado celebrando los sacramentos, especialmente la celebración eucarística, “fuente y cumbre de toda la vida cristiana” (CIC 1324). Los sacramentos fueron reconocidos por la Iglesia misma y son guardados por ella por la acción del Espíritu Santo. Estos sacramentos son la continuación de la vida de Jesús en nuestras vidas, siendo un solo cuerpo con Él, permanecemos realizando sus acciones salvíficas, basados en la Palabra y la tradición apostólica, para mantener la Unión, Salvación y Nueva Alianza.
“La Iglesia afirma que, para los creyentes, los sacramentos de la nueva alianza son necesarios para la salvación”. (CIC 1129). Así Jesucristo, el que más nos ama, intercede por la Iglesia a través de su acción en los sacramentos, a través de los ministros, para que el Padre envíe su Espíritu Santo, vínculo de unión del Padre y del Hijo, del que formamos parte. del Cuerpo, para nuestra santificación.
Estos son los sacramentos de la Santa Iglesia: Bautismo, Confirmación, Eucaristía, Matrimonio, Orden Sagrado y Unción de los Enfermos.
Sacramentos en Habbo Church
“La Eucaristía es el centro y cumbre de la vida de la Iglesia, y por ella todos pueden participar en las nupcias del Cordero Pascual, el Sacrificio Eucarístico, la Cena del Señor”. (Mysterium Dominus 4). Haciéndonos Iglesia en habbo y buscando acercar a las personas de la Iglesia a la realidad, no podía quedar fuera la práctica de la celebración litúrgica, porque “en la celebración de los sacramentos, la Iglesia transmite su memoria, particularmente con la profesión de fe (Lumen Fidei, Papa Francisco, 2013). En el entorno virtual, se convierte en un medio de anuncio de la Palabra de Dios y de evangelización, porque “a los católicos los sacramentos disfrazados les inducirán a la reflexión, ya los no católicos o no practicantes les inducirá al descubrimiento, es decir, a la búsqueda descubrir aún más los misterios del corazón de la Trinidad, que nos es revelado por la razón iluminada por la fe. “(Predicado Evangelium 32)
“Sabemos que la memoria de la que habla Cristo es la conmemoración, el memorial, el hacer presente. Sin embargo, en nuestra realidad habbiana sabemos que este no es el caso. Ya nos decía el Concilio Vaticano VII, en la Constitución Salus Animarum, que “en la acción de todo acto litúrgico en el habbo no hay sacrificio, ni de Cristo ni personal. Las acciones son un acto de alabanza a Dios, de evangelización y de acercamiento de los fieles a la liturgia católica”. La Iglesia Habbiana no presenta en su ámbito el disimulo de los sacramentos, ya que oculta la materia y las palabras necesarias para su validez, convirtiéndose, por tanto, en una breve memoria. Eso no lo hace insignificante, sino un acto de amor y alabanza al Dios que nos redimió con Su sangre y nos fortaleció con Su Resurrección. De este modo, la Iglesia, a través de sus celebraciones, busca dar gloria a Dios y llevar a las personas a buscar su santificación” (Predicado Evangelium 31).